Cuando los hombres se acercan, la fantasmagórica mujer les muestra su rostro, que resulta ser el de un caballo (o la de una calavera de caballo en algunas variantes), por lo que termina enfermándolos, enloqueciéndolos o matándolos del susto y robándoles sus almas.
Se cree que este mito pudo haber sido introducido en el Nuevo Mundo por los españoles durante el período colonial, que lo habrían usado para ejercer control sobre las poblaciones indígena y mestiza de la región, principalmente en Guatemala y El Salvador.
Antes llamada “Sihuehuet” (Mujer hermosa), tenía un romance con el hijo del dios Tlaloc, del cual ella resulta embarazada. Fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante. El dios Tlaloc al descubrir esto maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (Mujer horrible), condenándola a vagar por los campos y ciudades amedrentando a los hombres que viajan solos por la noche.
Dentro de las Características que posee se encuentran las siguientes:
- Cuerpo escultural
- Posee una cabellera larga de color negro
- Viste un vestido de color blanco muy fino, por donde se trasluce su hermoso cuerpo
- Oculta su rostro, que es como el de una yegua o una calavera de caballo, hasta que su víctima se encuentra muy cerca de ella
La leyenda de la Siguanaba es más común en la capital, en Antigua Guatemala y en los departamentos orientales del país, donde el mito goza de más popularidad entre las poblaciones ladinas que entre las indígenas. En dichas áreas, la apariencia más común del espectro es la que lo describe con cara de caballo. Se les aparece a hombres infieles a modo de castigo.
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